E-LEARNING

La educación tradicional, caracterizada por el desarrollo del aprendizaje -y de la enseñanza- en un espacio y en un tiempo fijos y rígidos, está dejando de ser la única manera de aprender -y de enseñar-, dándole paso a la educación a distancia, que puede funcionar como apoyo a la enseñanza sistemática, así como un reemplazo de ésta.

La idea no es desmerecer la educación tradicional, cayendo en una moda que jerarquice la tecnología, sino aprovechar la tecnología como un medio de hacer llegar el conocimiento de una manera reflexiva e interactiva. No se trata de colocar contenidos en una pantalla, para que quien está del otro lado del monitor absorba esos contenidos como si leyera un libro. Se trata de instruir a los estudiantes a través de tutorías y con el apoyo sistemático y permanente por parte de los docentes.

La tarea que aquí nos proponemos es la formar especialistas en cine. Para ello utilizamos una herramienta relativamente nueva, el e-learning, educación a distancia, atendiendo la diversidad horaria y geográfica que viven los alumnos potenciales.

Un grupo de especialistas ha creado distintos cursos que, en su conjunto, ofrecen una visión panóptica del fenómeno cinematográfico. Cada curso ha sido diseñado en relación con los otros, de manera tal que un estudiante que quiera sumarlos podrá tener una formación compleja y completa sobre el cine como arte.




La creación de una escuela virtual (en realidad una plataforma que se asemeja a un campus) permite a los alumnos cursar las distintas materias de acuerdo al horario de su conveniencia. Los contenidos y la bibliografía están alojados en el aula de cada materia (en realidad, una página dentro de la escuela virtual) y se puede acceder a ellos sin premisas horarias o geográficas.

Una serie de herramientas vienen a conformar la contención del alumno en el proceso del aprendizaje, desde la tutoría por chat hasta la correspondencia vía e-mail, pasando por el foro, el glosario, la base de datos, la biblioteca, etc.

Pero nos quedaríamos limitados si centráramos nuestra intención en facilitar la educación de quienes tienen horarios imposibles o situaciones geográficas inabarcables por el espectro educativo de las grandes ciudades. La educación a distancia va mucho más allá de esa simple realidad. Se trata de aprovechar al máximo la tecnología para poder construir una propuesta que realmente sea una apertura cultural y educativa para el educando, así como un espacio de proyección de saberes por parte del cuerpo docente.–